Stanley Robotics inicia 2019 de buena manera. Ha desarrollado aún más sus robots autónomos para aparcar, hasta tal punto que ha interesado al segundo aeropuerto más grande de Londres, y el segundo de mayor movimiento del Reino Unido. La idea es optimizar el tiempo y espacio, así como la comodidad de los usuarios.
Gran parte del atractivo es el espacio que ayudará a ahorrar. Ya que, teniendo en mente que no se necesitará distancia entre los coches para abrir las puertas, podrá usarse con otros fines. Al reducir esa distancia al mínimo, podría haber hasta un aumento de un tercio de la capacidad total de los estacionamientos.
¿Cómo funcionan?
En primer lugar, el cliente arriba con su coche a unas “cajas”. Una vez dentro, sale del vehículo, saca sus maletas, cierra el auto y va a la pantalla disponible. Allí confirma su información del vuelo y de aparcamiento. Espera a que uno de los robots autónomos para aparcar vengan y recojan el auto. Una vez allí, el robot Stan se desliza debajo del vehículo y lo escanea. Lo alza por los neumáticos y lo traslada a uno de los puestos disponibles, tomando en cuenta las dimensiones.
La seguridad física está garantizada, pues los lugares no están abiertos al público general. Únicamente los robots autónomos para aparcar tienen acceso.
Una vez que el dueño del coche regrese de su viaje, el auto estará preparado para ser abordado. Esto es gracias a que el sistema está conectado a la información y agenda del mismo. Por lo tanto, no hay por qué perder tiempo buscándolo.
Período de prueba en el Aeropuerto Gatwick
De la capacidad de estacionamiento de su Zona B para 2350 autos, Gatwick designará 270 para el uso de los robots autónomos para aparcar. Este período de prueba iniciará en agosto del presente año. Si la prueba es un éxito, se extendería el sistema de robots autónomos para aparcar a otras zonas. Específicamente se ha discutido las zonas C y D, las cuales se proyecta que aumenten su capacidad de 6000 a 8500 puestos.
Luego de 5 meses, se declaró el éxito de la prueba llevada a cabo el año pasado en el aeropuerto de Charles de Gaulle en París. Lyon y Düsseldorf son otros focos que están en la mira de seguir el ejemplo y optimizar su proceso de estacionamiento con esta tecnología.