Cuando buscamos coches eléctricos terminamos encontrando mucha información, ya sea de sitios web o de un vecino que tiene un amigo que compró un coche eléctrico.
Parte de esta información resulta ser verdadera, mientras que otra puede ser una verdad a medias o simplemente un mito. De esta manera, es importante desmontar los mitos más conocidos sobre los coches eléctricos y que, a veces, pueden frustrar el paso a la movilidad sostenible de muchos usuarios.
Estos son los principales mitos de los vehículos eléctricos
La batería puede agotarse y no tendré donde cargarla
Inicialmente este era un temor con fundamento, ya que los coches eléctricos aún carecían de una estructura para su carga, tanto en las ciudades como en las autopistas.
Sin embargo, a lo largo de los años y con el desarrollo de la movilidad eléctrica, las opciones de recarga han crecido al mismo tiempo que el vehículo eléctrico. No solo puedes elegir entre muchísimas opciones para recargar tanto en garajes privados como comunitarios, sino que también puedes encontrar una amplia red de recarga a nivel nacional en plataformas como Electromaps.
Otra opción es tener siempre contigo un cargador portátil de alta potencia. De esta manera se pueden evitar largas colas en las estaciones de carga pública. Solo necesitas un enchufe y energía. Es una opción que ofrece, por ejemplo, la tienda de eficiencia energética Efimarket.
Los coches convencionales son mucho más baratos
Esta es otra afirmación que tenía cierta base hace unos años, pero con la evolución de la tecnología, los coches eléctricos se están volviendo más asequibles. A medio y largo plazo este valor se reducirá drásticamente.
Esto se debe a que el coche eléctrico tiene un coste inicial ligeramente superior, pero el ahorro en mantenimiento y combustible a menudo compensa esta diferencia a lo largo de los años.
La batería puede deteriorarse si se carga todos los días
El desgaste natural de las baterías es un proceso lento y puede tardar más de una década en producirse. Esta situación es tan cierta que algunos fabricantes ofrecen hasta 8 años de garantía en la batería de los vehículos eléctricos que venden. Por lo tanto, cargar todos los días no es un problema, siempre y cuando se realice de manera correcta.
El tipo de carga es otro factor muy importante, y la carga rápida, en corriente continua, puede causar un aumento considerable de la temperatura de la batería en comparación con la carga normal (en corriente alterna). Por esta razón es importante que los propietarios de los vehículos tengan su propio punto de recarga, evitando así el uso de la carga rápida.
Las baterías pueden calentarse como resultado del uso del vehículo, esto hará que la vida de la batería se reduzca. La información de la temperatura de la batería se muestra normalmente en la zona roja del indicador de temperatura de la batería y es visible en el salpicadero del coche.
La carga tarda demasiado tiempo
Cuando se compara el tiempo de carga con el tiempo necesario para repostar un coche convencional, entonces los vehículos eléctricos tienen esta supuesta desventaja. Sin embargo, sabemos que los coches pasan la mayor parte de su tiempo parados y es precisamente en este punto en el que debemos llevar a cabo la carga, asegurándonos de que la batería esté siempre cargada. Así como dejamos el teléfono móvil cargándose durante la noche para ser usado al día siguiente, el mismo principio debería aplicarse a los vehículos eléctricos.
Algunos modelos de coches 100% eléctricos permiten una carga completa de sus baterías en solo 2,5 horas cuando usan un cargador de pared.
Puedo ser electrocutado por mi vehículo eléctrico
Este es el mito más antiguo y extraño que se ha asociado con el nombre «eléctrico» de los vehículos. Afortunadamente no es real. Las baterías, así como los componentes presentes en el vehículo, están absolutamente bien aislados y protegidos. Incluso en casos extremos, como el contacto con el agua de una inundación, estos vehículos no presentan riesgo de electrocución.
La batería puede explotar mientras se carga
Aunque es una posibilidad real, es una posibilidad muy remota. Esto se debe a los sistemas de vigilancia durante el período de carga, que por lo general interrumpen el paso de la corriente en los casos de incumplimiento. A modo de ejemplo, el sistema de Renault Zoe no permite que el vehículo se cargue si los valores de la tierra están por encima de 11 ohmios, un valor extremadamente bajo.