En Londres, Uber solicita a sus conductores migrar a taxis eléctricos

Recientemente se dio a conocer la información de que la autoridad de transporte londinense, Transport for London (TfL), había levantado una sanción anterior a la empresa Uber, concediéndole una licencia provisional por 15 meses para continuar sus operaciones en Londres en una primera fase de evaluación, y sujeta a sus resultados, podría obtener una licencia para prorrogar los servicios en la ciudad por 5 años.

La empresa Uber no llegó a suspender nunca el servicio de alquiler de coches con conductor en Londres, pues logró el indulto antes de que venciera su anterior licencia, y mientras estuvo en período de apelación se mantuvo activa con sus operaciones. La razón del levantamiento de la sanción, según adujo la TfL, es que Uber ha corregido las fallas que llevaran a la sentencia previa de suspensión y, ahora, reúne las condiciones para ofrecer a los londinenses un servicio acorde con sus exigencias.

Taxis eléctricos: adaptarse para continuar

El gigante de la movilidad como servicio espera captar más clientes con el uso de taxis eléctricos.

Actualmente, la compañía ha replanteado su oferta de servicios para trabajar con taxis eléctricos. La estrategia pretende captar más clientes al ofrecer un transporte eco-amigable, al tiempo de mejorar la movilidad como servicio para Londres. Quizá dentro de poco, pueda también ofrecer a los habitantes de esta ciudad la aplicación UberGreen, presente ya en Bucarest y Lisboa, que agrega a los usuarios la opción de poder escoger entre taxis híbridos o taxis eléctricos.

Las condiciones del período de evaluación de Uber, también establece que sus conductores deben adquirir taxis eléctricos para 2025, por lo cual la empresa pretende actualizar su flota de transporte para que opere totalmente con taxis eléctricos para 2022. En consecuencia, la semana anterior Uber activó un reajuste en las tarifas de desplazamiento, para contribuir con el cumplimiento de la sentencia por parte de sus conductores.

El reajuste consiste en un incremento por el uso de los taxis eléctricos que será aplicado a partir del 2019. Se estima que, por cada 1,6 kilómetros recorridos, se alcance hasta 0,15 libras (0,16 euros) adicionales. Así, los conductores elevarán su recaudación individual a 1500 libras (1.695 euros) anuales si trabajan 40 horas por semana, cifra que podrán invertir para la compra de los taxis eléctricos.

Es obvio que la medida es bien recibida por parte de la municipalidad londinense y de la TfL, pues el uso de taxis eléctricos contribuye al objetivo de disminuir la contaminación ambiental de la ciudad.

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