El próximo 22 de enero será una fecha crucial en la legislación de las bicicletas eléctricas. Esto se debe a que esa es la fecha en que el Parlamento Europeo se pronunciará sobre las leyes que conciernen al seguro de bicicletas eléctricas. La Federación Europea de Ciclistas (ECF) y los usuarios de estos vehículos se mantienen a la expectativa.
Consecuencias en caso de ser aprobadas la medida
Desde 1972, en la Unión Europea se ha fomentado la libre circulación de vehículos dentro de los países conformadores, excluyendo Reino Unido. No hay necesidad alguna de comprar un seguro distinto cada vez que se cruza una frontera. Con uno solo anual, basta.
De aprobarse la propuesta de exigir un seguro de bicicletas eléctricas, esto también aplicaría. La cuestión es que ese seguro anual implica gastos y trámites por registro, matriculación y el costo del seguro de bicicletas eléctricas en sí.
Es posible que se vea un decrecimiento en las ventas de bicicletas eléctricas, por el costo en tiempo y dinero que representaría en cada usuario. Esto debido a que uno de los puntos ventajosos de las bicis eléctricas, que es más movilidad y menos costo que los coches, se verá comprometida.
Mixtas opiniones al respecto
Por parte de la Comisión Europea, pareciera que su inclinación es decirle “sí” al seguro de bicicletas eléctricas. Esto debido a que Bruselas, en su documento para actualizar la directiva, explica cómo las bicicletas eléctricas son también propensas a ocasionar accidentes.
Es necesario tener una medida para solventar y responder a dichos accidentes. Para ello, es competente implementar el seguro de bicicletas eléctricas, a modo de canalizar los fondos hacia medidas de respaldo.
Hace 10 años que la normativa antes mencionada sobre el libre desplazamiento de vehículos no es actualizada. Las bicicletas eléctricas están incluidas, pero muy vagamente. Ahora que están más presentes, es necesario actualizar. Es ese debate, sobre qué tanto peligro representan, y cómo clasificarlas, que definirá la decisión final.
Por otro lado, para la ECF está en contra, y lleva ya algún tiempo haciendo campaña para que no sea aprobado el seguro de bicicletas eléctricas. Afirma que en sí, no es un vehículo de movimiento independiente, sino que solo aplica como conducción asistida, mientras se pedalea. Además, el riesgo y calamidad de los accidentes es muchísimo menor a los de los automóviles, por lo que un trato igualitario no tiene sentido.