El coronavirus obliga a repensar industrias enteras: desde el turismo hasta el comercio internacional, la nueva normalidad obligó a pensar y establecer protocolos adecuados a esta nueva realidad sanitaria. El carsharing fue uno de los muchos servicios que debieron interrumpir sus actividades.
El carsharing ante el laberinto del coronavirus
Imagen de Zity
En total, son cuatro las compañías de carsharing que operaban en Madrid: Zity, Car2go, Emov y WiBLE. El 14 de marzo, con el inicio del estado de alarma, tuvieron que interrumpir sus actividades. Zity reactivó su servicio el 20 de mayo, con novedades para garantizar la movilidad responsable y segura de los ciudadanos.
Javier Mateos, CEO de Zity, señala cuáles son las implementaciones que aseguran un servicio seguro: “Al tener toda la información de la flota en tiempo real, activamos y desactivamos cada uno de los vehículos en función del uso que esté teniendo. El criterio máximo para cada limpieza es el tiempo que pasa entre higienización e higienización. Además, hemos reforzado los protocolos de limpieza para cuando pasan por la base de carga, que suele suceder cada dos días”.
Para evitar infecciones, Zity asegura que sus coches se limpian al menos una vez al día. Para lograrlo, la compañía ha ampliado sus recursos y ha añadido 15 nuevas máquinas de limpieza por ozono para aumentar la frecuencia de higienización y reducir los tiempos de espera. Además, ha puesto en marcha 15 equipos de limpieza itinerantes, que se desplazarán por todo Madrid limpiando a fondo los coches.
Limpieza continua de coches, una clave del futuro del carsharing
Imagen de Zity
Además, para atraer a nuevos usuarios, se incorporarán ajustes en las tarifas, promociones, un nuevo canal de atención al cliente por Whatsapp, y la ampliación de la validez de los “pack ahorro” adquiridos antes del estado de alarma hasta el 31 de diciembre.
Zity ha anunciado que han ampliado las zonas activas en Madrid. Se incorporaron los barrios de San Blas, Barajas y Valdebebas. De esta manera, el servicio cubre todo el interior de la M-40 madrileña, más de 200 kilómetros cuadrados de cobertura.
Más allá de las medidas, Zity apela a la responsabilidad de los propios usuarios. En un contexto de riesgo sanitario, exigirá a los clientes que cumplan con la obligación de usar mascarilla en estos vehículos y sigan las recomendaciones higiénicas dictadas por las autoridades. La idea según Mateos es que “el usuario sea primera barrera de defensa contra cualquier tipo de infección”.
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Imagen cabecera de Zity
Vía | Xataka