Tanto si utilizas tu bicicleta eléctrica para tus desplazamientos diarios como si la usas para hacer deporte los findes de semana, debes tener muy presente que las bicicleta eléctricas requieren de mantenimiento y cuidados. Si bien es cierto que este no difiere demasiado del mantenimiento de cualquier otra bicicleta, existen distintos puntos que debemos tener en cuenta si queremos alargar al máximo la vida de nuestro vehículo. ¿Cómo es el mantenimiento de la batería? ¿Cómo debo limpiar mi bicicleta eléctrica? ¿Qué partes necesitan engrase? En este artículo te vamos a resolver todas las dudas acerca del mantenimiento, cuidado y limpieza de la bicicleta eléctrica.
Mantenimiento de la batería
La batería es probablemente el elemento más caro de la bicicleta eléctrica. A su vez, también es aquél que determina su vida útil. Las baterías, como sabes, tienen una vida limitada y dependiendo del uso que se les dé esta va a ser más o menos longeva. Recuerda que las baterías son muy sensibles a la temperatura: con el frío rinden menos y con el calor se degradan más, por lo que es recomendable nunca cargar la batería inmediatamente después de una intensa salida, sino que es mejor esperar un par de horas a que se enfríe. Si vas a dejar de usar tu bicicleta eléctrica durante un tiempo prolongado, carga la batería entre el 60 y el 80% y almacénala en un lugar seguro, sin cambios de temperatura bruscos. Nunca mantengas por largos periodos de tiempo ni 100% cargada ni completamente descargada, pues esto podría provocar una pérdida de capacidad. Por último, si guardas tu bicicleta a la intemperie (balcón, terraza, patio…) es recomendable que retires la batería y la guardes en casa.
Mantenimiento del motor eléctrico
Los motores eléctricos de nuestras ebikes, al ser sin escobillas, no necesitan de mantenimiento alguno. Si bien es cierto que pueden aparecer averías o bajadas de rendimiento con el uso, el mejor consejo que te podemos dar es que utilices siempre recambios de bicicleta de calidad y que acudas al servicio técnico oficial siempre que sea posible. Los motores de las bicicletas eléctricas son más complejos de lo que piensas y no son fácilmente sustituibles por otro equivalente, pues aunque veas que los anclajes de determinado modelo son los mismos, es probable que la electrónica sea incompatible.
Mantenimiento de la parte ciclo
Frenos, transmisión y lubricación. Esos son los tres pilares del mantenimiento de cualquier bicicleta, sea o no eléctrica. Por ello, también lo van a ser para tu ebike. Vigila las pastillas de freno y cámbialas cuando sea necesario. Si estos son hidráulicos, recuerda comprobar que los frenos ejercen la presión correcta. También fíjate en el desgaste de los discos: si apuramos demasiado las pastillas puede que terminemos por necesitar cambiar los discos también. Si pasas el dedo por su superficie no deberías detectar ningún escalón ni irregularidad. Si aparece, es que probablemente el disco esté gastado. La cadena, como sabes, es la encargada de comunicar no solo nuestra fuerza, sino también la del motor eléctrico que nos asiste, así que será primordial mantenerla lubricada y realizar un cambio de cadena cuando esta empiece a destensarse. Para la lubricación podemos usar lubricante con PTFE y cera específico para cadenas, el cual permite una mejor durabilidad y menos goteo. Para comprobar el desgaste de la cadena de transmisión existe una herramienta específica para ello o también podemos utilizar un pie de rey. Recuerda que la vida útil de una cadena de bicicleta suele estar entre 3.000 y 8.000 kilómetros.
Limpieza de la bicicleta eléctrica
No hay mantenimiento que se precie sin una buena limpieza. Y esta, por supuesto, debe tener sus particularidades y precauciones cuando se trata de una bicicleta eléctrica. La mayoría de ebikes tienen algún grado de protección contra el agua en sus partes eléctricas (IP65, IP68 o similar). Dependiendo de este grado, deberemos tener más cuidado o menos a la hora de lavar la bicicleta con agua. Si la protección es IP65 no deberías utilizar agua a presión ni sumergir la bicicleta en agua. En cambio, según las características de la protección IP68, podríamos sumergir la bicicleta en agua de forma continuada y no debería pasarle nada. De todos modos, no te recomendamos ni que utilices lavado de agua a presión (tipo Karcher) ni que tampoco la sumerjas. La forma óptima de lavar una bicicleta eléctrica sin riesgo es utilizar una bayeta húmeda para retirar el polvo y el barro y otra seca para, acto seguido, retirar la humedad. Evita limpiar las partes móviles engrasadas, como los piñones, la cadena y las tijas de la suspensión.