Los coches eléctricos cada vez se encuentran más de moda. La popularidad de este tipo de vehículos ha aumentado debido a sus características ecológicas y a que permiten ahorrar gastos en combustible, especialmente en estos tiempos en los que la gasolina y el diésel mantienen un precio tan elevado.
Este tipo de vehículos, al igual que los coches convencionales propulsados por un motor de combustible, necesitan un mantenimiento regular capaz de garantizar una vida útil lo más larga posible. Sin embargo, al tratarse de un tipo diferente de vehículo, las necesidades de los coches eléctricos difieren de las de los coches convencionales. A continuación vamos a explicar cómo cuidar un coche eléctrico para conseguir que se mantenga en buen estado durante el máximo tiempo.
Ventaja de poseer un mecanismo menos complejo
Por lo general, se suele decir que cuanto más sencillo sea el mecanismo con el que funciona cualquier aparato, menos mantenimiento necesitará dicho aparato. En el caso de los coches, un coche que funciona de forma eléctrica dispone de un mecanismo mucho más sencillo que uno que funciona con un motor de combustible, compuesto por miles de piezas que funcionan con una precisión milimétrica.
Además, varias de las piezas de coche de los motores convencionales se acaban desgastando debido a su función, a pesar de haber llevado a cabo un mantenimiento impecable durante toda su vida. Los coches eléctricos, en cambio, apenas cuentan con piezas de desgaste en su funcionamiento.
Qué mantenimiento es necesario llevar a cabo en un coche eléctrico
Consideramos mantenimiento a la necesidad de realizar sustituciones de ciertas piezas, líquido o componentes que forman parte del coche, los cuales sufren un desgaste o una degradación que obliga a cambiarlos cada cierto tiempo de manera planificada.
El período exacto de sustitución de cualquier componente varía en función de diversos factores, teniendo en cuenta el entorno por el que se conduce el vehículo, el estilo de conducción y el modelo de coche. Por eso, los periodos que a continuación se presentan son las recomendaciones por parte de expertos en términos medios, para la mayoría de coches.
La mayoría de componentes en los que hay que realizar una sustitución de forma periódica son los componentes que comparten tanto los coches con motor de combustible como los que funcionan con un motor eléctrico, éstos deben ser sustituidos de la misma forma y con la misma frecuencia.
- El filtro de habitáculo o filtro de polen debe ser sustituido aproximadamente cada 2 años o cada 30.000 kilómetros para garantizar la calidad del aire dentro del habitáculo.
- Las escobillas del limpiaparabrisas deben ser reemplazadas cada año con tal de que la visibilidad sea la mejor posible siempre.
- Es necesario sustituir los neumáticos cada 2 años o cada 30.000 kilómetros, así el coche mantendrá un agarre constante en la carretera.
- Hay que cambiar el líquido de frenos cada 3 años para garantizar sus propiedades.
- Las pastillas de freno, es recomendable reemplazarlas cada 2 años o 30.000 kilómetros, sin embargo, en el caso de los coches eléctricos pueden durar algo más, ya que se desgastan menos que en los de combustión gracias a la frenada regenerativa.
- El tercer elemento relacionado con los frenos, al que hay que realizarle un mantenimiento regular, son los discos de freno. Al igual que en el caso de las pastillas de freno, estos componentes sufren un desgaste ligeramente menor en los coches eléctricos. Sin embargo, la recomendación sigue siendo la de sustituirlos cada 4 años o 60.000 kilómetros recorridos.
- La batería de 12 voltios necesita ser sustituida cada 6 años o cada 90.000 kilómetros, lo que antes ocurra.
- El cambio de los amortiguadores debe realizarse al cabo de los 8 años o 120.000 kilómetros recorridos.
A todo esto hay que sumarle la inspección anual a la que debe ser sometido el coche con tal de comprobar que todas las piezas se encuentran en buen estado.
Por otro lado, si hablamos de componentes que solamente necesitan un mantenimiento en los coches eléctricos, el punto más importante es la comprobación del correcto aislamiento de las conexiones entre la batería y el motor eléctrico, así como las masas del coche.
Finalmente, toca hablar de las baterías que alimentan los motores eléctricos. Estos son los componentes más importantes en este tipo de vehículo y está comprobado que, conforme pasa el tiempo, la batería va perdiendo su eficacia. Actualmente, la mayoría de los fabricantes tienen unos plazos de garantía de entre 8 y 10 años.
Menor mantenimiento que un coche con motor de combustible
Como ya hemos mencionado anteriormente, los motores eléctricos son mucho más sencillos que los motores de combustible. Esto se traduce en una menor necesidad de mantenimiento que finalmente puede hacer que ahorremos cierto dinero en este aspecto con el paso de los años.
Fuentes de información:
https://www.motordoctor.es/bateria
https://www.motor.es/noticias/mantenimiento-coche-electrico-202180334.html
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