Sobriedad, estilo, sofisticación: son varios los adjetivos que vienen a la mente cuando pensamos en el scooter Guzzy Galleto de los años 50. Este icónico modelo celebró hace muy poco su 70 aniversario. Para homenajearlo, un diseñador industrial italiano llamado Samuelle Dell’Oro ha imaginado cómo sería en la actualidad, y el resultado es impresionante. Combina el diseño clásico con funcionalidades modernas.
Fotos de Samuelle Dell’Oro
El modelo de moto eléctrica que imaginó Dell’Oro mantiene varias de las características distintivas del scooter original. Entre ellas están sus ruedas de gran diámetro, su asiento doble que se transforma en portaequipajes y su parrilla para carga. Pero a eso se le suma un chasis basado en el modelo Piaggio Beverly, además de contar con frenos de disco y ABS.
Además, el nuevo modelo recupera el color amarillo original y los logotipos de la marca y del “Galleto” en el protector de viento delantero, bajo el asiento y en el recubrimiento del basculante trasero. Sin embargo, a diferencia de la original, el nuevo modelo no incluye la característica rueda de repuesto.
Fotos de Samuelle Dell’Oro
Una moto eléctrica de autonomía extendida con un gran desempeño
El proyecto de Dell’Oro cuenta con un sistema híbrido, aunque el diseñador afirmó que un motor Vespa también podría usarse. Por un lado, cuenta con un tanque de gasolina de cuatro litros que alimenta el motor. Pero además, posee una la red eléctrica, que se puede cargar en una toma de corriente casera y alcanza cuatro horas en alcanzar su capacidad total. Este sistema híbrido le permite alcanzar una potencia de salida de alrededor de 5,36 caballos de fuerza, con un alcance autónomo de aproximadamente 200 kilómetros.
Un scooter eléctrico que no necesita recargar en 200 kilómetros
Lanzado en 1950, el scooter Guzzy Galleto fue pensado como un cruce entre un scooter y una motocicleta para atravesar terrenos un poco más exigentes que las carreteras pavimentadas. De ahí que las ruedas originales fueran de 17 pulgadas. El prototipo se presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra en 1950 y tuvo un éxito inmediato, gracias a sus cualidades de comodidad y resistencia. Fue fabricado hasta 1966 y durante esos 16 años fue todo un éxito: vendió más de 77,000 unidades.
El diseñador Samuelle Dell’Oro creció a unos kilómetros de la casa de Moto Guzzi, en Mandello del Lario, por lo que se convirtió en fanático de la marca y de las motos en general. Aunque por ahora esta remake del Guzzy Galleto es solo un concepto, quizás con el tiempo lleguemos a verlo en alguna sala de exposiciones.