Es probable que aquellos observadores más perspicaces interesados en coches autónomos hayan notado que este 2018 varios avances llegaron. Si bien la fecha es importante Ryan Chin, el CEO y cofundador de Optimus Ride mencionó lo siguiente: “Creo que es posible, pero no hay manera de predecir cuándo será», refiriéndose al secreto no tan susurrado de la auto-conducción.
El secreto a voces de la autoconducción
La mayoría de los desarrolladores de coches autónomos creen que tomará décadas construir un vehículo para conducir a cualquier lugar. En los últimos meses, han dejado claro que construir un vehículo automatizado requiere conducir sobre una verdadera montaña de problemas. Entre más avanzan aparecen nuevos desafíos técnicos que cada vez son más complejos.
¿Cómo los sensores de los coches autónomos manejarán la nieve, la lluvia, la arena y el granizo? ¿Qué pasa con las zonas de construcción y el resplandor del sol implacable? ¿Se puede facultar a los coches autónomos para anticiparse a situaciones de carretera difíciles de imaginar? ¿Cómo interactuarán con los humanos, que poseen su propia y sutil cultura vial? Todas estas interrogantes reflejan lo complejo del desarrollo de los coches autónomos.
Los desarrolladores de coches autónomos han respondido limitadamente a dónde aparecerán y cuándo, restringiéndolos a un terreno cuidadosamente seleccionado. Algunas personas realizaron pruebas en áreas difíciles como San Francisco y Pittsburgh, pero siempre ajustados a rutas simples con buen clima confiable.
La legislación actual y sus regulaciones con los coches autónomos
Uno de los factores decisivos en la construcción de vehículos y sus rutas de prueba son las regulaciones. En algunos estados, como Arizona y Florida, los legisladores abrieron sus puertas a las compañías de vehículos autónomos, poniendo pocos límites a la forma en que funcionan las pruebas y a lo que las compañías deben revelar.
Las Vegas y Nevada fueron algunos de los primeros lugares para las pruebas y los desarrolladores de vehículos autónomos. Según indicó Lagnemma director general de la empresa de tecnología de conducción automática NuTonomy.
California y Nueva York aprobaron normas que obligan a las compañías a pagar tarifas más altas para probar o enviar datos sobre sus operaciones. Esto ocasiona que menos compañías están pensando en ofrecer sus primeros servicios allí. (California puede ser la excepción, porque la fuerza laboral de ingeniería vive en el estado).
Lo cierto es que, según parece, los coches autónomos aún tardaran más llegar por lo que será mejor preguntarse «¿dónde aparecerán?» en lugar de «¿cuándo aparecerán?«