Los medios de transporte ligeros que funcionan con baterías recargables, como los patinetes y las bicicletas eléctricas, tendrán que incorporar un puerto USB-C para su carga a partir de 2024, según la normativa aprobada por la Unión Europea.
Esta medida se suma a la que ya obliga a los fabricantes de dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles, tablets o cámaras digitales, a usar el mismo tipo de conector para facilitar la interoperabilidad y reducir los residuos.
El puerto USB-C es un estándar que ofrece varias ventajas, como un diseño reversible, una mayor velocidad de transferencia de datos, una mayor potencia de carga y la posibilidad de transmitir señales de vídeo y audio con protocolos como HDMI o DisplayPort.
La Comisión Europea está evaluando también la conveniencia de extender el uso del cargador común a otras categorías de equipos electrónicos y eléctricos que no están incluidos en la regulación actual, como los relojes inteligentes, los drones o los cepillos de dientes eléctricos.
El objetivo de esta iniciativa es simplificar la vida de los consumidores, que podrán usar un solo cargador para todos sus aparatos portátiles, y proteger el medio ambiente, al evitar la generación de unos 11.000 toneladas de desechos electrónicos al año por culpa de los cargadores incompatibles o innecesarios.
Según el Parlamento Europeo, la armonización del cargador universal supondrá un ahorro de hasta 250 millones de euros al año para los usuarios y una mejora de la eficiencia energética.
Además, la normativa prevé el fomento de la carga inalámbrica como una alternativa al cable y el refuerzo de la información y el etiquetado para los consumidores sobre las capacidades de carga de los dispositivos que adquieren.
Gracias por la información, muy interesante.