Un nuevo servicio de motocicletas eléctricas compartidas llega a Barcelona. Se trata de la compañía de motosharing Scoot, una empresa norteamericana con sede en San Francisco pondrá en circulación próximamente 500 motos eléctricas en las calles de Barcelona.
Las motos eléctricas de Scoot son fabricadas por la marca española Silence, siendo el modelo S02 el que invadirá las calles catalanas. Esta moto tiene una autonomía de hasta 120 km, con una potencia proporcional a las motos de 125 cc. Para la protección de los conductores dentro del baúl incluyen dos cascos negros que hacen juego con el estilo deportivo del S02.
Versátil de contratar y usar
La interfaz de la aplicación para la interacción es muy similar a la de otras marcas de motosharing. Realmente es muy sencillo e intuitivo el manejo de la app. Se conoce que la ubicación de las motos es bastante exacta y que, una vez realizada la reserva del servicio, el conductor dispone de hasta 15 minutos para abordar.
Además de las funciones básicas de encender y apagar la moto, como novedad, la aplicación de Scoot permite conocer la autonomía restante del vehículo seleccionado, así como el tiempo que tardarías en llegar hasta donde se encuentra aparcado.
El costo por el servicio de motosharing Scoot inicialmente es de 0.20 euros, compitiendo con el resto de las marcas de movilidad compartida del mercado.
El servicio de motosharing Scoot llegó para quedarse
En la misma línea de la competencia, Scoot pretende seguir profundizando en el mercado del motosharing. Se conoce que están trabajando en la puesta en marcha de una flota de bicicletas eléctricas, lo que demuestra que definitivamente Scoot llegó para quedarse. El costo por el uso de bicicletas eléctricas sería de 0.10 euros según lo que ha dado a conocer Scoot.
La operatividad de Scoot dentro de Barcelona es acelerada, hasta ahora cuentan con 30 trabajadores dentro de la empresa y se prevé que la cifra se duplique en el próximo semestre.