El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ampliará las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) a seis municipios en 2022. Específicamente en Viladecans, Castelldefels, Badalona, El Prat de Llobregat, Sant Boi de Llobregat y Santa Coloma de Gramenet. Esta extensión de zonas sucederá si el Gobierno central acepta la solicitud de 230 millones de euros que la metrópolis de Barcelona ha pedido en la primera convocatoria de ayudas provenientes de los fondos Next Generation de la UE que el Estado repartirá en el marco del Plan de recuperación, transformación y resiliencia.
13 municipios afectados por la ZBE
Si el estado aprueba dicha subvención, los seis municipios se sumarán a los 95 kilómetros existentes de Zona de Bajas Emisiones Rondes Barcelona, que se extiende por Barcelona, Cornellà de Llobregat, Esplugues de Llobregat, l’Hospitalet de Llobregat y Sant Adrià de Besòs; y también a la nueva ZBE que se acaba de activar en Sant Cugat del Vallès, y la de Sant Joan Despí, que entrará en vigor el 1 de enero de 2022.
Al agregarse las nuevas Zonas de Bajas Emisiones se verían afectados al menos 13 municipios. Aunque, podría decirse que se hará en toda la corona que está compuesta por 18 localidades. Según el vicepresidente de Movilidad, Transporte y Sostenibilidad de la AMB, Antoni Poveda, “será muy difícil que un vehículo se pueda mover sin ser detectado por alguna cámara y sea sancionado”.
La petición de esta ayuda está en sintonía con la ley española de Cambio Climático y al mismo tiempo con la Ley Europea del Clima, que indica que para el año 2050 las ciudades deben conseguir neutralidad climática y que aquellas de más de 50.000 habitantes tienen que desarrollar su ZBE, así como las de más de 20.000 habitantes que se encuentren en zonas muy contaminadas. Poveda, en una atención a los medios aseguró “La ZBE era una ley pero no tenía presupuesto. Los fondos Next Generation facilitan que los ayuntamientos puedan desarrollar estos proyectos”, ha valorado Poveda.
Por otra parte, el AMB prevé destinar 230 millones para adquirir 162 buses eléctricos para renovar la flota de Bus Metropolitano, crear más carriles para autobús y reservados para bicicletas y patinetes eléctricos, e implantar sistemas públicos de alquiler de bicicleta. Asimismo, impulsará la digitalización del transporte público para hacer el sistema más eficiente y mejorar el servicio de información para los viajeros.