¿Cuánto se ahorra pasando del coche a la bici eléctrica?

En el contexto post pandemia, la venta de bicis eléctricas se ha disparado. Y este boom viene de antes: en 2019 se vendieron 3 millones de bicis eléctricas. La razón es que representan una gran alternativa al vehículo privado. Y una de las razones de este éxito es que permiten que el usuario ahorre en el transporte diario. De acuerdo con Norauto, el uso de una bicicleta eléctrica en lugar de un automóvil permite un ahorro de 2.010 euros de media al año.

Bici eléctrica: una alternativa barata y sustentable a los coches

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Esta información se divulgó a partir de la aplicación de zonas de bajas emisiones (ZBE) en todos los municipios españoles. Concretamente, los ayuntamientos con más de 50.000 habitantes deberán colocar una ZBE para reducir la contaminación vehicular. En estas áreas pueden acceder únicamente modelos con etiqueta medioambiental. Ante esta medida, los vehículos de movilidad personal como la bicicleta, el patinete y la moto eléctrica ganan lugar. 

De acuerdo con Norauto, en condiciones medias de utilización y de usuario, el ahorro anual de usar una bicicleta eléctrica es de 2.010 euros en comparación con el coche. Por otro lado, el paso de un vehículo a otro supone una reducción del 99% en emisiones de dióxido de carbono (CO2). La empresa hizo la comparación también con patinetes eléctricos, y descubrió que, en ese caso, el ahorro se sitúa en una media de 1.920 euros. En el caso de los patinetes eléctricos, la rebaja de emisiones de CO2 se ubica en el 97%.

300 kilogramos: la huella de carbono total de las bicicletas eléctricas

Hace algún tiempo se había publicado un informe de la Active Travel Academy de la Universidad de Westminster. En este estudio se probó la eficiencia de las bicicletas eléctricas de carga para el reparto. El resultado es que estas bicicletas entregan  aproximadamente un 60% más rápido que las camionetas en el centro de las ciudades. Por otro lado, se reducen las emisiones de carbono. Esto hace que las ciudades tengan cada vez más en cuenta el uso de bicicletas eléctricas, y avancen en la construcción de carriles bici.

Según la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), el uso de la bicicleta eléctrica no resulta contaminante. Sin embargo, los procesos productivos sí que producen una leve huella de carbono. La cifra, que se ubica en los 300 kilogramos, se produce en el proceso de producción y vida útil de la bicicleta eléctrica. Una cifra mínima si la comparamos con otros vehículos. Un coche necesita 10 veces más energía en cada uno de sus desplazamientos.

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